Miami, 6 feb (EFEUSA).- Un experto en el control de pitones birmanas, una especie invasora que hace estragos en la fauna de Florida, capturó una serpiente hembra de unos 18 pies de largo que podría ser la más grande atrapada en este estado, informó ayer un medio local.

Bobby Hill, del Distrito de Aguas del Sur de Florida (SFWMD), atrapó este martes la pitón gigante al norte de la carretera Tamiami Trail, que cruza el Parque Natural de los Everglades, un amplio espacio pantanoso que prácticamente ocupa todo el sur del estado y ofrece un ecosistema único.

El ofidio será entregado a la Universidad de Florida (UF) para que los biólogos procedan a su estudio, examen y verificación de peso y tamaño, dijo Randy Smith, portavoz del SFWMD, quien explicó que la pitón “parece medir alrededor de 18 pies de largo”, recogió el diario The Miami Herald.

“Esta pitón puede perfectamente romper un récord (de longitud) en el estado”, enfatizó Smith.

En mayo pasado, un coleccionista de serpientes capturó la que parece ser hasta el momento la mayor pitón birmana atrapada: fue atrapada en un canal en una zona boscosa al sureste del condado de Miami-Dade y medía 18 pies y 8 pulgadas de largo y pesaba 128 libras.

La pitón birmana, una serpiente constrictora gigante nativa de Asia, es una especie invasora que tiene un impacto negativo en las zonas silvestres del sur de Florida, especialmente en los Everglades, donde se calcula que podría haber más de 150.000 ejemplares.

En Florida está prohibida la posesión y venta de este tipo de reptiles como mascotas y en todo el país tampoco se permite su importación.

Las pitones han hecho que en algunas áreas de los Everglades la población de mamíferos como ratones de campo, comadrejas, mapaches o conejos haya descendido hasta un 99 % y se teme que acabe con buena parte de la fauna salvaje de un ecosistema en el que se invierten millones de dólares para mantenerlo y protegerlo.

Se cree que las pitones birmanas llegaron a los Everglades al ser liberadas a propósito por gente que las tenía como mascotas o involuntariamente tras el paso del huracán “Andrew” en 1992.

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