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La Paz, 15 feb (EFE).- El número de personas muertas por las lluvias en Bolivia subió a 55, mientras que los desaparecidos suman 11, informó el presidente boliviano, Evo Morales, que ayer visitó la zona amazónica de Beni, la más golpeada por las inundaciones.

Morales exhortó a los pobladores de las regiones afectadas a no exponer sus vidas para salvar sus casas o sus reses, pues el Estado va a reponer los bienes perdidos o reconstruirá las viviendas.

Según el mandatario, un 80 % de las víctimas perdió la vida cuando intentaba recuperar sus bienes en medio de las riadas.

Además, hay 54.443 familias afectadas, 36.726 hectáreas de cultivos perdidas y 1.829 viviendas destrozadas.

Morales anunció que en las próximas horas llegarán mil carpas de Panamá a la ciudad boliviana de Santa Cruz y de ahí se trasladarán a la ciudad de Trinidad, capital de Beni, para ayudar en la evacuación de las familias afectadas por las inundaciones.

La capital trinitaria cuenta con la protección de un dique de 8 kilómetros construido hace varios años por los militares bolivianos y venezolanos y las autoridades de Bolivia confían en que no será rebasado, aunque las aguas siguen desbordándose en zonas aledañas.

Morales constató en un sobrevuelo la situación del ganado vacuno que está aislado en pequeñas zonas de altitud construidas artificialmente, pero sin comida.

Según las organizaciones de ganaderos, en la Amazonía perecieron ya 42.000 reses por las inundaciones.

El mandatario boliviano destacó que el Banco de Desarrollo de América Latina CAF otorgó un aporte de 100.000 dólares para ayudar a paliar la situación de los damnificados.