Las caídas son los accidentes más frecuentes en los ancianos. A ello contribuyen factores propios de la misma naturaleza del anciano que presenta ya alteraciones degenerativas, que son el origen de una mayor debilidad muscular y una deficiencia en los sistemas de relación como el equilibrio, la vista y el  oído.

Además las caídas son causa de fracturas que descompensan al anciano, le obligan a estar encamado o inmovilizado y comprometen y desestabilzan su sistema cardiaco, circulatorio, respiratorio y hasta renal, conduciendo con frecuencia a desenlaces fatales.

Por ello es fundamental protegerse de las caídas.

Para evitar las caídas deben de seguirse unas normas, tanto en el medio que lo rodea, como en la actitud del propio anciano.

Prevención

Recomendaciones para el medio donde el anciano se desenvuelve:

  • Evitar que los suelos sean de material deslizante.
  • Evitar los suelos demasiado encerados o pulidos.
  • Prescindir de las alfombras. Si se tienen es necesario evitar la posibilidad de que las alfombrillas se deslicen poniendo entre estas y el suelo una base antideslizante. Procurar así mismo que los bordes de alfombras y esteras estén levantados.
  • Evitar los objetos tirados en el suelo con los se pueda tropezar o se puedan pisar. Esto es frecuente en las casas donde hay niños ( juguetes en el suelo).
  • En el cuarto de baño deben existir agarraderas en el retrete y en la bañera para ayudarle a sostenerse. Lo mejor es el uso de duchas con platos antideslizantes y asiento interior fijo.
  • La iluminación de las estancias debe ser adecuada, así como la de pasillos y escaleras.
  • Las escaleras deben tener un pasamanos y su origen debe estar señalizado.

Recomendaciones en los hábitos del anciano:

  • Usar zapatos cómodos, bien adaptados, de suela antideslizante (goma) y tacón bajo. Puede ser aconsejable el uso de bastones o de andadores.
  • Procurar que los útiles de uso diario estén al alcance de la mano sin necesidad de subirse a sillas o escaleras.
  • Instalar un interruptor de la luz a la cabecera de la cama de modo que el acceso a este sea fácil antes de levantarse.
  • Levantarse de la cama sin movimientos bruscos sino poco a poco, permaneciendo unos minutos sentado en el borde de la misma antes de incorporarse por completo.
  • Cuando se sienta mareado o flojo procurar sentarse y evitar desplazarse.
  • Ponerse siempre la ropa interior, los calcetines, los pantalones y los zapatos estando sentado en la cama o en una silla estable. Engancharse con la ropa es una de las causas de las caídas.
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