La Habana, 6 may (EFE).- René González, uno de los cinco cubanos condenados en EE.UU. por espionaje y actualmente en libertad supervisada, se presentó hoy en la Oficina de Intereses de ese país en La Habana para tramitar su renuncia a la ciudadanía estadounidense, condición para poder quedarse en la isla.
“En breve se me extenderá el certificado y una vez que el certificado se extienda ya no seré ciudadano norteamericano y seré ciudadano cubano solamente”, señaló a periodistas González a la salida de la sede diplomática donde acudió acompañado de su abogado estadounidense Phillip Horowittz.
González, de 56 años, se encuentra en Cuba desde el pasado 22 de abril con un permiso judicial humanitario para asistir a los funerales por la muerte de su padre, que falleció un mes antes.
La jueza estadounidense, de Miami, Joan A. Lenard, la misma que le condenó en 2001 a 15 años de cárcel y tres más de libertad supervisada, emitió una orden a principios de este mes la cual establece que René González “podrá cumplir el resto de su período de libertad supervisada en Cuba y no tendrá que volver a Estados Unidos” si renuncia a la ciudadanía del país norteamericano.
“No queremos decir más nada porque estamos en medio del proceso y no es conveniente que haga una declaración que interfiera en este asunto que es un asunto técnico y que fue tratado de una forma profesional por los señores de la embajada”, subrayó.
Precisó que tiene una autorización judicial hasta el próximo 16 de mayo, pero consideró que “lo más probable es que no tenga que regresar a los Estados Unidos” y pueda quedarse definitivamente en la isla.
“Hay muchas emociones encontradas en este proceso, murió mi padre, y en esas circunstancias fue que se nos dio la posibilidad de que al final la jueza accediera”, añadió.
Dijo que se siente “feliz de estar en Cuba, de estar con mi familia, de estar con mi pueblo y de incorporarme a la sociedad a la que pertenezco, seguiremos hacia delante aquí en Cuba”.
Casado y con dos hijas en Cuba, González fue detenido en 1998 en EE.UU. junto a Gerardo Hernández, Ramón Labaniño, Fernando González y Antonio Guerrero, cuando el FBI desmanteló la red “Avispa”, que actuaba en el sur de Florida.
Los cinco agentes fueron sentenciados con largas condenas en 2001 por conspirar y operar como agentes extranjeros sin notificar al Gobierno estadounidense, y González fue el primero en salir de la cárcel, aunque en régimen de libertad vigilada.
Sobre el resto de sus compañeros que siguen presos en EE.UU., manifestó que “hay que seguir luchando para sacarlos de la cárcel, es una injusticia, no merecen estar presos y los necesitamos en Cuba”.
“Los Cinco”, como son conocidos en Cuba donde se les considera héroes, admitieron que eran agentes del Gobierno de la isla, pero que no espiaban a Washington sino a “grupos terroristas de exiliados que conspiraban” contra el expresidente Fidel Castro.