Chicago (IL), 6 oct.- Defensores de los derechos de los inmigrantes celebraron como una “victoria importante” la aprobación en el Concejo Municipal de Chicago de una ordenanza que prohíbe expresamente a la policía local amenazar con deportación a un indocumentado detenido.
La ley, que es una actualización de la ordenanza que convirtió en santuario a la ciudad en 1983, reconoce la necesidad de “soluciones reales al problema de la violencia policial contra las comunidades de color”, dijeron los activistas en un comunicado.
La ordenanza establece que la Policía no podrá cuestionar el estatus migratorio de las personas, o amenazarlas con deportación; introduce nuevas definiciones para coerción y abuso verbal e incluye la amenaza verbal.
Los empleados municipales en general tendrán prohibido presionar a las personas para que hagan declaraciones, y en el caso de que violen lo dispuesto recibirán sanciones disciplinarias.
“Los funcionarios tendrán que tratar con respeto y dignidad a todos los inmigrantes, sin importar su estatus”, declaró por su parte el alcalde de Chicago, Rahm Emanuel.
En su opinión, el Congreso en Washington “continúa sin aprobar una reforma migratoria”, pero Chicago avanza para convertirse en la ciudad “más proinmigrante del país”.
En un comunicado, los activistas que integran una coalición de 14 organizaciones defensoras de los derechos de los inmigrantes, señalaron que la enmienda debe ser celebrada, “pero todavía queda mucho por hacer”.
“Es una victoria importante para las comunidades inmigrantes de Chicago, pero su cumplimiento dependerá de que en los casos de abusos se pueda llamar a responsabilidad a la Policía”, que ha sido cuestionada y es investigada por uso excesivo de la fuerza letal, agregaron.
Tania Unzueta, de Comunidades Organizadas contra las Deportaciones, declaró que es necesario encarar además la cooperación policial con las redadas de Inmigración, que no debería ocurrir en una ciudad que aprobó hace 33 años la llamada ley de santuario.