Chicago (IL), 22 sep.- El Departamento de Policía de Chicago reforzará sus filas con más de 500 agentes para patrullar las zonas más conflictivas y combatir la violencia que parece descontrolada en la ciudad.
Según un plan anunciado por el superintendente de Policía, Eddie Johnson, además del nuevo personal de patrulla, el departamento agregará a sus filas 200 detectives, 112 sargentos, 50 tenientes y 92 oficiales encargados de entrenar al personal.
Chicago tiene una de las tasas de resolución de homicidios más bajas del país y necesita más investigadores, debido a que el cuerpo de detectives se redujo de 1.252 en 2008 a 922 en la actualidad, según estadísticas oficiales.
“La verdad es simple, tenemos que hacer mejor las cosas”, declaró Johnson en conferencia de prensa.
Según admitió, la falta de supervisores sería además la causa principal de los problemas de conducta y de excesos en el uso de la fuerza de unos 12.500 agentes que componen este cuerpo, que enfrenta denuncias por violaciones de los derechos civiles.
Las autoridades estiman que el número de homicidios en esta ciudad puede llegar a los 600 al término de 2016, superior a los 491 registrados el año pasado, mientras que los heridos de bala en los primeros ocho meses de este año ascienden a 3.000, por arriba de los 2.980 de todo el año 2015.
Las nuevas contrataciones se realizarán en un plazo de dos años, y permitirán que el Departamento de Policía cuente “con el personal y la capacidad que necesitamos para funcionar mejor”, señaló Johnson.
Las contrataciones representarán un cambio radical en la política del departamento, donde las necesidades de personal se cubren actualmente con horas extras y horarios de trabajo extendidos.
Según lo informado, la última vez que Chicago realizó una contratación masiva de policías fue a mediados de la década de 1990, cuando se incorporaron 1.000 agentes.