Fernando Carlos Bolívar Galiano
Dos son los pilares que tienen en común, en el periodo renacentista, Alcalá la Real y la cercana ciudad de Granada. El pilar o fuente de los Álamos en Alcalá y el pilar de Carlos V en la Alhambra. Ambas son fuentes adosadas que servían de abastecimiento de agua y abrevadero para el ganado y, por ello, se situaban céntricamente a la entrada de las ciudadelas. Esto da sentido a su función iconográfica, con guerreros y grifos defensivos y alegorías al poder del emperador, respectivamente.
Tienen en común que están realizadas por escultores italianos y han sido proyectadas o intervenidas por importantes arquitectos españoles: Elfiorentino como escultor y Diego de Siloe en la alcalaína, y Nicola da Corte como escultory Pedro Machuca en la granadina.
En cambio, están elaboradas en piedra calcárea muy diferente, porosa calcarenita bioclástica la primera y compacta calizamicrítica de Sierra Elvira la segunda. Esto hace que su deterioro se haya producido a distinto ritmo y con formas de alteración diferentes. El pilar de los Álamos parece más antiguo porque el tamaño de poro es el más vulnerable a sufrir fenómenos de alteración, debidos al agua y las sales. En los análisis que realizamos para su restauración (Bolívar Galiano, 1991) se encontraron numerosas eflorescencias de sulfatos y cloruros, en cambio en los análisis realizados en la tesis doctoral sobre las fuentes de la Alhambra (Bolívar Galiano, 1994) se identificaron numerosas costras, tapetes y películas de algas verdes y cianobacterias en el pilar de Carlos V.
Plantas son semillas y musgos aparecen principalmente en el pilar de los Álamos y las algas abundan en el de Carlos V, esto es debido, tanto a las fases cristalinas presentes, como a la diferente porosidad de los materiales pétreos constituyentes.
Compositivamente es más complejo el Pilar de Carlos V, al tener más marcado el estilo renacentista en su luneto central a modo de arco de medio punto. Las volutas que refuerzan la construcción nos preludian la llegada del barroco, recordándonos a la primera fachada de la Compañía de Jesús en Roma (IlGesù, del precursor Giacomo della Porta). Sobre las cornisas 4 puttyescancían agua hacia la fuente, generando en ocasiones y por obturación de algas, salpicados en los relieves lapídeos que alteran la monótona coloración gris, convirtiéndola en tonos verdes, negros, pardos y rojos, dependiendo de la estación climática. Bajo ellos, encontramos los escudos, la cruz de San Andrés y los tres mascarones que representan a los tres ríos de Granada (Genil, Beiro y Darro) y al mismo tiempo las tres de las estaciones más afortunadas (verano, primavera y otoño).
Por su parte, el Pilar de los Álamos constituye un ejemplo más sencillo de composición por reunir menos elementos, aunque de mayores proporciones. Son relieves menos exentos y más deteriorados por su naturaleza pétrea de arenisca calcárea. El frontis almenado le da un mayor protagonismo a las esculturas de guerreros y de grifos rampantes simétricamente dispuestos a los lados de un gran escudo.
Las formas de deterioro en el Pilar de los Álamos son mucho más variadas y afectan más profundamente la piedra por la conjunción de factores físicos, químicos y biológicos de deterioro.
Por consiguiente, son interesantes los paralelismos, convergencias y divergencias que existen entre estos dos monumentos asociados a la arquitectura del agua, con características similares, casi coetáneos y separados por sólo 50 Km de distancia en dos ciudades muy emblemáticas del final de la reconquista.
BIBLIOGRAFÍA
Bolívar Galiano, F.C. (1991) Deterioro y consevación del Pilar de los Álamos. Programa dedicado a la Patrona de Alcalá la Real. Ed. Real Cofradía Ntra.Sra. de las Mercedes. Jaén.
Bolívar Galiano, F. C. (1994) Diagnosis y tratamiento del deterioro por microalgas en los Palacios Nazaríes de la Alhambra. Tesis Doctoral. Editorial UGR.
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