Nos encontramos ante unos de los momentos más difíciles de nuestra democracia, el próximo 9 de noviembre, el parlamento catalán, espera pronunciarse por la independencia de Cataluña.
No creo exagerar, cuando digo, que es no solo incompresible, sino además injustificado y arriesgado el camino que han tomado los independentistas catalanes, en primer lugar, porque parte más que importante de la sociedad catalana, no está de acuerdo con esta medida y asimismo porque es an-ticostitucional, las medidas que quieren establecer una parte de los políticos catalanes.
El Gobierno español que hasta la fecha ha sido muy prudente, por decirlo de una manera suave, no tendrá más remedio, que haciendo uso de las leyes constitucionales, tomar las medidas que la propia ley le permita, para abortar dicho disparate.
Estamos en uno de los momentos más difíciles de nuestra joven democracia, dado que por un lado el problema catalán, se suma a los muchos que desde hace tiempo tiene nuestro país.
El tema de la corrupción, se ha convertido en uno de los mayores escándalos de los años de la democracia, apareciendo los mismos como cosa habitual en nuestro sistema democrático, cosa del todo impensable por parte de los ciudadanos años atrás.
A pesar de que los ciudadanos españoles, en algunos casos, sospechaban, que las cosas no se estaban haciendo bien del todo, no por ello pudieron sospechar la magnitud de la mencionada corrupción.
Algunos de los Bancos que han sido rescatados, asimismo han sido descubiertos, pagando indemnizaciones exageradas a sus directivos y habiendo engañado en las conocidas inversiones, llamadas: “preferentes” a personas que tras ahorrar toda su vida para tener una vejez digna, se han visto engañados por estos bancos.
En muchas ocasiones los preferentistas, han confiado plenamente en su banco de toda la vida y en sus directivos, haciéndole los mismos la promesa, de que estas inversiones eran las más rentables y seguras, es decir, los han utilizado descaradamente, aprovechándose de la confianza que los mismos tenían en sus directivos, algunos, sin saber bien de que se trataban las mencionadas preferentes han preguntado hasta la saciedad, si en verdad, eran seguros.
Hasta el día de hoy muchos siguen sin poder recuperar su dinero, otros desgraciadamente, dada su edad, más las preocupaciones que les han causado, han fallecido sin recuperar el dinero que con tanto sacrificio habían ahorrado.
Es vergonzoso, comprobar, como se han aprovechado de las personas más débiles, para obtener los propios directivos unos beneficios inmerecidos.
Es por todo esto, por lo que la población española no acaba de creer en la regeneración política, han tenido más que tiempo, para abordar este y otros problemas que tanto han sufrido parte del pueblo español.
Esperemos que en las próximas elecciones, los partidos sean capaces de ilusionar al pueblo, tomando de verdad medidas que garanticen el que estos engaños, no vuelva a suceder y que si a pesar de todo alguien tuviera la tentación de adueñarse de lo que no es suyo, pague ante los tribunales, con cárcel y sobre todo devolviéndole al pueblo todo lo robado.
No es poco lo que nos estamos jugando en los próximos meses, así que tanto los políticos como el pueblo a la hora de votar, deberemos pensar muy bien cómo hacerlo.
El pueblo español, que ha dado una lección de madurez política, al pasar de una dictadura a la democracia, se encuentra ahora con ciertos políticos que no han sabido responder de la manera que se esperaba de ellos, es decir, con honestidad y capacidad para gobernar esta gran Nación.
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