Bruselas, 30 ene (EFE).- La comisión de Transporte del Parlamento Europeo (PE) avaló medidas para impulsar el Cielo Único Europeo, un modelo de gestión del tráfico aéreo que trata de acabar con la fragmentación del espacio aéreo en Europa, que está sufriendo grandes retrasos en su aplicación.
Los eurodiputados respaldaron la propuesta presentada en junio por la Comisión Europea (CE) para desatascar este proyecto, que busca pasar de los 28 sistemas de control de trafico aéreo nacionales a un modelo más sencillo, flexible e interconectado, pero que cuenta con la oposición de organizaciones de controladores aéreos.
Aunque los Estados miembros se comprometieron hace unos años a organizarse en solo nueve Bloques Funcionales del Espacio Aéreo (FABs), en la práctica siguen funcionando los 28 sistemas nacionales de control de tráfico aéreo que prestan servicios a través de más de 50 puestos.
Los eurodiputados apoyaron medidas para mejorar la flexibilidad de esos bloques (FAB) de forma que los existentes cooperen mejor y se aumente la eficiencia.
La fragmentación del espacio aéreo cuesta a los Veintiocho hasta 8.000 millones de euros al año y puede llegar a aumentar la distancia media de vuelo hasta en 42 kilómetros, lo que multiplica también las emisiones contaminantes, según la Comisión Europea.
Estados Unidos gestiona un volumen del doble de tráfico aéreo con sólo alrededor de 20 centros de control y con la mitad de gasto, gracias a que su sistema es un 70 % más eficiente que el de la UE, de acuerdo con la CE.
Esta racionalización, sin embargo, ha sido contestada por la Federación Europea de Trabajadores del Transporte (ETF, en inglés) que acusó a los eurodiputados y a la Comisión Europea de “diseñar un modelo que beneficia a las compañías pero no tiene en cuenta los empleos ni la seguridad”.
El secretario de ETF, François Ballestero, denunció en un comunicado “la introducción del sistema de navegación de bajo coste que se intenta imponer en Europa”.
“La obligatoria separación que se quiere introducir entre autoridades de supervisión y proveedores de servicios no tiene ninguna justificación”, añadió Ballesteros, que pidió a los eurodiputados “remediar la situación votando en contra de la liberalización en el voto en el pleno del PE en las próximas semanas”.
Las propuestas legislativas respaldadas hoy por los eurodiputados, las autoridades nacionales tendrán independencia para supervisar su espacio aéreo y la industria jugará un papel más importante a la hora de diseñar un espacio de navegación más eficiente.
Los diputados europeos abogaron asimismo porque los países de la UE alienten a sus autoridades de supervisión a cooperar entre ellas y reducir la fragmentación del cielo europeo.
La comisión europarlamentaria de Transporte dio luz verde también a que la Comisión Europea designe un organismo imparcial e independiente de asistencia que gestione las autoridades nacionales de aviación y coordine a nivel europeo los esfuerzos de cada país para mejorar la gestión y coordinación.
Ante la petición de la CE de separar servicios de apoyo como la previsión del tiempo y de información de los servicios de navegación aérea para ganar en competencia, los eurodiputados han postergado a 2016 el tomar una decisión sobre ese nuevo paso en la liberalización de los servicios.
En junio de 2013, la Comisión Europea propuso las nuevas medidas para intentar, por tercera vez y tras casi una década de fracasos, crear un verdadero “Cielo Único Europeo” que pueda hacer frente de manera eficaz y segura al creciente tráfico aéreo.
Los motivos del retraso en la aplicación de las normas europeas, que existen desde 2004 y fueron actualizadas en 2009, son fundamentalmente sociales y económicos, pero también existen reticencias estratégicas, ya que ningún país quiere confiar el control de su espacio aéreo a un Estado miembro vecino.