Washington, 28 ago.- La Reserva Federal (Fed) confirmó esta semana que vuelve a la carga en la subida de tipos de interés en EEUU, después de los continuos aplazamientos en los primeros meses del año, tras las palabras de su presidenta, Janet Yellen, de que se han fortalecido los motivos “en los meses recientes”.
Después de semanas de silencio por parte de los pesos pesados de la Fed, Yellen intervino en la conferencia de banqueros centrales de Jackson Hole (Wyoming), con un discurso en el que abrió la puerta a la subida de tipos de interés antes de finales de 2016.
De sus palabras, el párrafo más citado apunta a la reciente consolidación de la recuperación económica.
“A la luz del continuado y sólido comportamiento del mercado laboral y nuestras perspectivas de actividad económica e inflación, creo que el argumento para un alza en los tipos de interés se ha fortalecido en los meses recientes”, dijo Yellen.
Pero no solo Yellen la orquesta comunicativa de la Fed se puso en marcha con entrevistas y declaraciones de tono similar por parte de otros miembros del banco central.
Su “número dos”, el vicepresidente Stanley Fischer, recalcó en una entrevista en la cadena CNBC desde el exclusivo centro vacacional que los “grandes datos (económicos) son mejores de lo que han sido por algún tiempo”.
La conferencia de Jackson Hole que reúne a la crema y nata de los banqueros centrales y expertos en política monetaria mundiales, coincidió con la divulgación del nuevo dato de actividad económica del segundo trimestre del año, que se situó en un ritmo anual tibio del 1,1 %.
“Esos son datos del pasado, nosotros miramos hacia adelante, y vemos una cierta aceleración”, dijo Fischer, al quitar relevancia a esa cifra.
El vicepresidente de la Fed añadió, además, que las palabras de Yellen eran consistentes con una o dos subidas de tipos de interés antes de final de año.
Los mercados que reaccionaron en un primer momento al alza, cambiaron de rumbo a mitad de jornada. El índice Dow Jones de Industriales, el principal indicador de Wall Street, cerró el viernes con un descenso del 0,29 %.
Para los analistas, la idea de la presidenta del banco central era volver a poner sobre la mesa la posibilidad de un encarecimiento del precio del dinero a corto plazo, sin ceñirse a un marco temporal una vez pasados los primeros nueve meses del año cargados de sombras en el panorama global (China, el brexit) y dudas en el doméstico (mal dato de empleo de mayo).
“Las declaraciones de Yellen son suficientemente elásticas para cubrir un movimiento en septiembre o diciembre”, sostuvo Krishna Guha, ex economista de la Reserva Federal de Nueva York y actual jefe global del fondo de inversiones ISI Group, en una nota a los clientes.
La próxima reunión de la Fed está prevista para el 20 y 21 de septiembre, y la última del año, para mediados de diciembre.
Al final del viernes, los mercados asignaban un 38 % de probabilidades a un alza en septiembre, frente a un 32 % antes de Jackson Hole, y un 62 % en diciembre, frente a un 57 % previo.
Otros analistas, sin embargo, consideraron que la indefinición de las palabras trata de descargar algo de la atención sobre la capacidad de acción de los bancos centrales y la política monetaria y devolverla a las autoridades gubernamentales y la política fiscal.
“Más que esperar que Yellen haga más en el futuro, aquellos que se ocupan del bienestar de la economía global deberían estar trabajando mucho más duro por trasladar el foco de los bancos centrales y hacia otras agencias gubernamentales”, subrayó Mohamed El-Erian, asesor económico jefe de Allianz en una columna en Bloomberg.