Atlanta (GA), 4 feb (EFEUSA).- Cerca de la mitad de los niños hispanos que murieron en accidente de automóvil no estaban asegurados a sus asientos, según un estudio de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) divulgado ayer.
“Es preocupante que sean casi la mitad de los niños latinos los que mueren por no estar usando el cinturón de seguridad o el asiento elevado”, dijo a Efe Melissa Mercado, vocera de los CDC.
El 46 por ciento de los niños hispanos y el 45 por ciento de los afroamericanos que perdieron la vida en accidentes de tránsito no iban en asientos de seguridad o no llevaban puesto el cinturón de seguridad, en comparación con el 26 por ciento de los niños blancos entre el 2009 y el 2010, de acuerdo con el estudio.
Según el informe de Signos Vitales de los CDC, pese a que las muertes de niños menores de 13 años, que iban en automóviles, disminuyeron en un 43 por ciento entre el 2002 y el 2011, más de 9.000 niños murieron en choques durante ese periodo.
Investigaciones previas han demostrado que usar asientos de seguridad, asientos elevados y cinturones de seguridad de acuerdo con la edad y tamaño de cada menor es la mejor manera de reducir lesiones y salvar vidas en un accidente de tráfico.
“Los padres son la primera línea de seguridad para nuestros niños y es importante que ellos sepan que todos los niños menores de 13 años deben estar en el asiento trasero del vehículo en el tipo de asiento adecuado para su edad, tamaño y peso”, indicó la funcionaria.
Destacó además la importancia de que los padres den el ejemplo y utilicen el cinturón de seguridad en todo momento.
“Los padres deben dar el ejemplo y usar el cinturón de seguridad en el asiento de atrás en cada viaje, por muy corto que sea”, aseveró.
Mercado también indicó que los padres deben asegurarse de que los niños siempre vayan en un asiento de seguridad o un asiento elevado adecuado para su edad y tamaño o con el cinturón de seguridad puesto”, afirmó.
Los CDC examinaron datos del Sistema de Análisis y Notificación de Muertes, recolectados entre el 2002 y el 2011 por la Administración Nacional de Seguridad Vial, para determinar la cantidad y la tasa de muertes de ocupantes de automóviles, y el porcentaje de muertes entre los niños menores de 13 años que no iban en un asiento de seguridad o con el cinturón puesto.
Las autoridades recomiendan poner al niño en un asiento de seguridad hacia atrás y con el arnés abrochado hasta que este cumpla 2 años o cuando alcance el peso o la estatura máxima para ese asiento.
Una vez que el menor cumple 2 años, puede usar la silla hacia adelante hasta los 5 años.
Luego de que el menor cumple 5 años, puede utilizar el asiento elevado o “booster seat” como se conoce en inglés hasta que el cinturón de seguridad se ajuste adecuadamente, que generalmente es cuando el niño alcanza una estatura de 57 pulgadas.
Las autoridades consideran “bien ajustado” cuando el cinturón de cadera o regazo queda en la parte superior de los muslos (no sobre el estómago) y el cinturón de hombro cruza el pecho (no el cuello).
Asimismo, todo niño menor de 13 años debe viajar en el asiento trasero y con el cinturón puesto de manera adecuada, advierten los CDC.
“Los CDC van a seguir monitoreando la situación y proveyendo recomendaciones porque se necesita mucha más información”, dijo la vocera.
Los CDC aclararon también que Solo 2 estados (Tennessee y Wyoming) tienen leyes que exigen el uso de un asiento de seguridad o un asiento elevado para menores de 9 años.
El Centro de Lesiones de los CDC cuenta con recursos sobre seguridad en las carreteras a través de su sitio de Internet www.cdc.gov/motorvehiclesafety.