Washington, 11 oct (EFE).- El presidente de EE.UU., Barack Obama, y el líder de los republicanos en la Cámara de Representantes, John Boehner, acordaron hoy seguir dialogando pero siguen sin llegar a un acuerdo para reabrir la Administración federal y evitar una suspensión de pagos mediante el aumento del techo de la deuda.
Obama y Boehner, presidente de la Cámara baja, hablaron por teléfono hoy, tuvieron una “buena conversación” y coincidieron en la necesidad de “seguir dialogando”, según indicó el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, en su rueda de prensa diaria.
“Necesitamos dejar de usar (la amenaza) de la suspensión de pagos como arma en las negociaciones”, reiteró Carney.
El presidente cree que “no podemos permitir que una facción de un partido”, en referencia al sector más conservador de los republicanos, “use la amenaza de la suspensión de pagos para obtener concesiones”.
El portavoz no quiso entrar en detalles sobre las diversas propuestas acerca de las que está dialogando la Casa Blanca con los republicanos y comentó que elevar, aunque sea temporalmente, el techo de la deuda y reabrir la Administración “es lo mínimo que el Congreso podría hacer”.
Según Carney, Obama tiene “algunas preocupaciones” sobre las propuestas planteadas por los republicanos para poner fin a esta crisis presupuestaria.
Los republicanos de la Cámara de Representantes entregaron a la Casa Blanca un plan que incluye elevar el techo de la deuda por seis semanas, hasta el 20 de noviembre, y la reapertura de la Administración durante la próxima semana.
No obstante, ese plan incluye la exigencia de recortes de gastos en algunos programas sociales, entre ellos el Medicare para ancianos y jubilados.
Esta propuesta republicana para elevar el techo de la deuda por seis semanas sería votada esta misma tarde o el fin de semana en la Cámara baja, de acuerdo con CNN y The Washington Post.
Mientras, la oferta en la que están trabajando los republicanos en el Senado contempla la reapertura de la Administración federal, parcialmente paralizada desde hace once días por falta de fondos, y un aumento del techo de la deuda por tres meses, hasta final de año.
Fue la exigencia de los republicanos de la Cámara de Representantes de vincular la aprobación de los fondos para el nuevo año fiscal a un retraso en la aplicación de la reforma sanitaria promulgada en 2010 lo que llevó a esta situación de cierre de la Administración.
La situación va preocupando cada día más a medida que se acerca la amenaza de la suspensión de pagos a la que se vería obligado EE.UU. si no se aumenta el techo de la deuda, que se alcanzará el próximo jueves, 17 de octubre.
“Estamos obviamente en un mejor lugar que hace unos días”, dijo hoy Carney con respecto a los avances en las negociaciones entre la Casa Blanca y los republicanos.