Madrid, 17 dic.- Raphael ha vuelto a su “casa” y lo ha hecho como el turrón, por Navidad, para presentar sus “joyas de la corona” a los madrileños y desearles “muy felices fiestas” en un concierto en el que ha estado acompañado por la Orquesta Sinfónica de Málaga.
Cinco meses después de su cita en el Teatro Real de Madrid, donde estrenó la gira que él mismo considera su “sueño sinfónico”, el cantante de Linares se ha presentado ante un Barclaycard Center abarrotado, quince minutos pasadas las nueve de la noche, al son de “Ahora”, como ya ocurrió entonces.
De negro impoluto y con el público en pie para recibir al artista, Raphael parecía iniciar toda una declaración de intenciones mientras entonaba “ahora que han pasado los años y no estoy cansado, tengo pensado retrasar mi final, ahora puedo decirlo”, minutos antes de la cinematográfica “Mi gran noche”.
“Porque hay canciones que se cantan solas”, ha debido pensar el cantante después de acompañar con un ligero toque de caderas el compás marcado por la orquesta, al dejar a los espectadores hacer de coro de principio a fin de la mítica canción.
“Señoras y señores, querido Madrid, de nuevo en casa, de nuevo cantando en mi casa”, han sido sus primeras palabras, justo antes de “Digan lo que digan” y “Yo sigo siendo aquel”, tema con el que el artista se ha reivindicado al grito de “no lo ven, el mismo, el Raphael de siempre”.
La orquesta deja paso durante unos minutos al piano para dejarle cantar “Por una tontería” y “Volver a nacer”, momento en el que Raphael ha derramado un vaso lleno sobre el escenario y se ha ido con la chaqueta al hombro.
“Tengo la inmensa suerte de tener un repertorio tremendo, grande, y muchas de esas canciones ustedes las han hecho históricas”, ha reconocido el cantante ante sus fieles antes de entonar su “Hablemos del amor”.
Con “Estoy enamorado” ha llegado la primera gran ovación de la noche antes de hacer un guiño a las fechas navideñas y reconocer que no se puede negar “que hoy es día 16 de diciembre”, y por eso ha creído necesario cantar “Te deseo muy felices fiestas” y “Ven a mi casa esta Navidad”.
Sentado en una silla de ruedas, más propia de una oficina que de un escenario, Raphael ha cantado “No arrancarte de mí”, mientras que batuta en mano ha entonado “Maravilloso Corazon”, emulando al director de la orquesta malagueña, Rubén Díez, en un recital de casi tres horas de duración.
Y como no podía ser de otra manera, “Escándalo” hace presagiar que se acerca el final de una noche que por instantes parece eterna antes de los exitosos “Ámame”, “Tamborilero” o “Frente al espejo” que ponen el broche final a una noche en la que él artista ha reivindicado sus 55 años sobre los escenarios.
“Les decía al comenzar que estaba muy feliz, que estaba muy feliz de estar de nuevo en casa, voy a seguir cantando en Madrid hasta que ustedes quieran, aunque sean solo para decirles eso que ustedes y yo sabemos muy bien desde hace muchos años”, ha concluido el cantante antes del “Como yo te amo” que ha precedido al “Yo soy aquel” final.
Ahora el cantante visitará las ciudades de Sevilla (18 y 19 de diciembre) y Barcelona (21 y 22 de diciembre), antes de su ya tradicional concierto televisivo de Nochebuena, en el que este año recibirá a amigos como David Bisbal o Santiago Segura en “su casa” bajo el título de “Raphael. Ven a mi casa esta Navidad”.
Después, en 2016, Raphael continuará su recorrido “sinfónico” en su gira nacional e internacional que le llevará de Estados Unidos a Rusia, pasando por Latinoamérica, hasta su ya programada vuelta a “casa” el próximo 9 de septiembre.
