Sociedades Medicas

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Una terapeuta habla con un grupo de ancianos en el centro de cuidado de personas mayores EFE/Archivo
Una terapeuta habla con un grupo de ancianos en el centro de cuidado de personas mayores EFE/Archivo

Hoy vamos a explicar algo de los sinsabores que las personas mayores tienen que soportar cuando en el ocaso de su vida están necesitadas de los cuidados médicos.

Tras haber cotizado de una forma particular en una Sociedad Médica, durante toda su vida, aceptando las subidas correspondientes llamadas: “tramo de edad” que como es sabido, conforme se alcanzan ciertas edades suelen ser realmente elevadas para una economía media, y, es entonces, cuando más lo necesitan, cuando se encuentran que las pruebas que por motivos de salud/edad requieren de sus respectivas sociedades médicas en muchas ocasiones no le son aceptadas y en otros casos son cobradas de una forma individual, con respecto a la Póliza suscrita en sus días jóvenes en los que durante largos años estuvieron cotizando sin hacerle gasto alguno a dichas entidades.

Todo esto ha llevado a muchas de las personas mayores a decidir abandonar las mencionadas sociedades, con lo que ello conlleva de riesgo para dichas personas en las edades más difíciles de su vida.

No es posible que hayamos llegado a tal nivel de insensibilidad y egoísmo en una sociedad moderna que aparentemente disfruta de todo tipo de comodidades y garantías, pero eso sí, solo en los momentos en que realmente pueden ser más productivas, pero en cuanto las mismas que han trabajado por una sociedad mejor para todos, ellas mismas necesitan ser cuidadas y agradecerle su colaboración para con sus conciudadanos, las mismas se ven abandonadas y despreciadas por el solo hecho de haber llegado a vivir hasta ciertas edades.

Es de todo punto incompresible que hayamos creado una sociedad donde solo prime la juventud, dejando de lado el valor que significa la experiencia que toda persona mayor, abuela, madre, tías, etc. Puede aportar a las nuevas generaciones y no seamos capaces de valorar todo lo que anteriormente estas personas mayores han hecho por todos nosotros.

Sinceramente creo que nos estamos equivocando con nuestro egoísmo y nuestro amor solamente a todo lo material de la sociedad, solo preservando los valores humanos que sociedades menos avanzadas que la nuestra aún mantienen, podremos llegar a sentirnos en una sociedad más humana y feliz, solo reconociendo a los demás su sacrificio y su cariño podremos encontrarnos a nosotros mismos.

Esta sociedad tiene que reaccionar y comprender que no siempre se es: joven, guapo e inteligente, llegará un momento que también todos nosotros pasaremos por las mismas etapas de la vida y entonces cuando nos demos cuenta de ello, ya será demasiado tarde, todavía estamos a tiempo de reaccionar y llevar una vida más digna.

Esperemos que en estos momentos en que la juventud también están sufriendo por motivos de la tan traída y llevada crisis, se den cuenta que ellos que son el futuro, los mismos sean capaces de reaccionar a tiempo y dar a todas las personas el valor que en cada una de las etapas que nos toca vivir merecemos todos.

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