La educación y nuestra predisposición es base importante del cambio en la sociedad. Ya lo dijo Mario Alonso Puig en sus conclusiones: “Hoy sabemos que la CONFIANZA en uno mismo, el ENTUSIASMO  y la ILUSIÓN tienen la capacidad de favorecer las funciones superiores del cerebro.”

La zona prefrontal del cerebro, el lugar donde tiene lugar el pensamiento más avanzado, donde se inventa nuestro futuro, donde valoramos alternativas y estrategias para solucionar los problemas y tomar decisiones, está tremendamente influida por el sistema límbico, que es nuestro cerebro emocional.

Por eso, “lo que el corazón quiere sentir, la mente se lo acaba mostrando” Hay que entrenar esa mente.

Estos y algunos puntos más fueron tratados por Mario Alonso Puig  en el III Congreso de Mentes Brillantes El Ser Creativo. Sin lugar a dudas, el médico y especialista en la inteligencia humana y del aprendizaje, saltó al presente cuando este cirujano habló sobre el cerebro humano.  Fue tajante. “La mente se puede moldear”. Como la plastilina. Aunque no sea tan fácil. El especialista en aparato digestivo dijo que “las personas que cuidan su mente son capaces de cambiar su forma de ser y reestructurar su cerebro.

Alonso Puig ha continuado preguntándose si la genética determina nuestro destino, señalando, que de ser así, “¡no puedo afirmar que soy libre!”. A partir de ahí ha desarrollado una explicación a su teoría para llegar a la conclusión de que “no es nuestra genética la que define nuestro destino, pero influye”. Y es que para este investigador miembro de la Academia de las Ciencias de Nueva York y de la Asociación americana para el Avance de la ciencia, las personas “no somos cubos vacíos que hay que llenar, somos fuegos que hay que encender”, poniendo el acento en que “la educación es enseñar a la gente que crea en sí misma”. “Podemos tener el talento delante de las narices y no darnos cuenta” apuntaba Alonso Puig.

¿Y tú apuestas por tu talento?

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