Denver, 1 jul (EFEUSA).- Las dos principales fuerzas de seguridad de Denver, el Departamento de Policía local y el Departamento de Alguaciles, revisarán decenas de denuncias por uso excesivo de fuerza y mala conducta por parte de sus uniformados.
La oficina de Gary Wilson, jefe de alguaciles de Denver, anuncióque se investigarán 114 casos, de los cuales la tercera parte se relaciona con uso excesivo de fuerza y el resto con denuncias que incluyen desde violencia doméstica hasta altercados en lugares públicos o consumo excesivo de alcohol.
El jefe de policía, Robert White, comenzó también hace dos semanas la revisión de siete casos de uniformados bajo su mando que fueron arrestados y posteriormente acusados de distintos delitos, desde abuso de alcohol hasta abuso de menores y pornografía infantil.
Según el jefe Wilson, los alguaciles (que están a cargo del sistema carcelario local) trabajan en un ambiente en el que existen “elementos de tensión reales” y que, por eso mismo, existe la posibilidad de que los alguaciles no controlen sus propias tensiones, lo que “lleva a malas decisiones”.
En diciembre pasado, la Oficina del Monitor Independiente de Denver (el supervisor civil de la policía y los alguaciles) encontró que 45 denuncias de “conducta seriamente inapropiada” en contra de alguaciles nunca habían sido investigadas por el Departamento de Alguaciles.
Y recientemente un juez federal criticó al Departamento de Policía local por responder inadecuadamente a denuncias de uso excesivo de fuerza por parte de alguaciles o policías. El jefe Wilson prometió que se creará un nuevo sistema de entrenamiento para ayudar a los alguaciles a reducir sus tensiones. El nuevo sistema incluye más mentores, un nuevo programa de capellanía y cambios en los turnos y horarios en los que trabajan los alguaciles.
Por su parte, el jefe White expresó su frustración porque en seis de los siete casos de policías arrestados el alcohol fue el factor determinante que generó las conductas inapropiadas (incluyendo un caso de una pelea entre dos uniformados durante un supuesto intercambio de esposas).
White prometió que se implementarán cambios para facilitar la denuncia de casos de alcoholismo y de otras adicciones entre sus uniformados, con la esperanza de que esas denuncias se realicen en el momento en el que todavía sea posible ayudar a los afectados sin poner en peligro sus carreras. Los cambios comenzarán a finales de julio.
Según estadísticas publicadas por la municipalidad de Denver, el 26 por ciento de los 740 alguaciles y el 20 por ciento de los 1400 policías son hispanos. También son latinos el 30 por ciento de los 2500 reclusos en las cárceles de Denver.
