SÁNCHEZ NO RECONOCE QUE ROMPIÓ CON PODEMOS POR LA PRESIÓN DE FERRAZ

Por Miguel Ángel López González  

El líder socialista y candidato a la presidencia del Gobierno en las nuevas elecciones generales del 26J, Pedro Sánchez, fue ponente de un desayuno informativo de Nueva Economía.

Hubo un momento en los últimos meses en el que existía el temor, no sólo de sus críticos, sino dentro de las propias filas socialistas, de que Sánchez fuera capaz de aceptar el referéndum independentista en Cataluña que le exigía Podemos para pactar con el PSOE, pero los propios barones regionales de Ferraz presionaron a Sánchez para que olvidara la idea. Y ahora nos “vende” ésa decisión afirmando que “decían que estaba dispuesto a todo para llegar a La Moncloa” y no fue así.

USA Hispanic preguntó a Sánchez si cree que las empresas deben aprovechar la reforma laboral del PP, una indirecta en relación a la reciente noticia de OK Diario que afirma que “la empresa de la mujer de Sánchez enseña cómo sacar el máximo partido a la reforma laboral del PP” pero sin mencionarla expresamente, pero Sánchez no se dio por enterado y contestó con generalidades, afirmando que hay que recuperar el diálogo social, que han trabajado con Ciudadanos sobre el tema de la reforma laboral, que hay que recuperar los convenios colectivos, etc.

El digital de Eduardo Inda, OK Diario, en esta misma línea, ofreció también recientemente otra información titulada “la mujer de Sánchez es socia y dirige una empresa de empleo basura: 400 euros al mes por 8 horas al día”. Honestamente y con todos los respetos, no creo en el socialismo “de boquilla”, sino en quienes realmente lo aplican y lo practican, porque, como digo siempre, una cosa es predicar y otra muy distinta, dar trigo.

Mientras, Sánchez dice que quiere derogar la reforma laboral “porque no compartimos ni sus objetivos ni sus instrumentos, porque empeora las condiciones laborales”. Incongruente, sin entrar en otros calificativos.

Pero sí agradezco a Sánchez su pacto con Ciudadanos y su apuesta más o menos voluntaria por la moderación en su partido. Ciudadanos apuesta porque se renueve la “vieja guardia” del PP mientras el PSOE, a mi juicio irresponsablemente, rechaza frontalmente un pacto con los populares cuando estamos en un momento crítico en el que hace falta recuperar el espíritu de consenso de la Transición y facilitar la gobernabilidad, no es el momento de levantar trincheras ideológicas, señor Sánchez.

Me considero de izquierdas, pero al mismo tiempo un enemigo del sectarismo de Ferraz, de la política del odio feroz al PP y de los prejuicios sociales. Hace años había gente que te veía con un Lacoste y te etiquetaba de “facha”, “pijo”, etc. cuando no sabía nada de tu vida y que a lo mejor para comprarte eso habías tenido que privarte de otra cosa. No es una vulgar anécdota, es un síntoma de lo que era este país, esos tics retrógrados de “las dos Españas” que tenemos que superar de una vez por todas.

Dice Sánchez que apareció en prensa que Rajoy dice en Bruselas que quiere recortar gasto público y a los ciudadanos españoles que va a bajar los impuestos. Cuando no hay dinero, parece que hay que decir a todo el mundo lo que quiere oír, o es eso o es mentir descaradamente, según como lo vea cada uno. No quiero justificar a Rajoy, pero es difícil juzgar ética y humanamente a un presidente de Gobierno cuando uno no está detrás del despacho y tiene que tomar decisiones dolorosas. Y saben que soy duro también con Rajoy, como con los demás, estoy indignado con los recortes del PP y con un desempleo que es la vergüenza de Europa, así de claro.

Sánchez dice que hay que decir la verdad, que no se puede bajar los impuestos, pero que sólo los subirán a los grandes patrimonios. Mire, señor Sánchez, con Zapatero la casta vivía no sólo igual, sino mejor que ahora, así que ¿por qué íbamos a creer al PSOE ahora? Lo que dije antes, socialismo de boquilla, porque cuando han gobernado la contribución de los ricos ha sido la misma que con el PP. PSOE y PP son lo mismo, es lo que intento que la gente entienda, por eso la opción de Ciudadanos me parece la menos mala, ésa es la teoría, la práctica la desconocemos, claro.

Pero no entiendo por qué los españoles no damos una oportunidad a alguien moderado pero al mismo tiempo regeneracionista como Albert Rivera, ya que es difícil tener unos dirigentes más apolillados que los que tenemos hoy día, creo que necesitamos una inyección de energía, de ilusión, de gente joven pero que obre “con cabeza”, con responsabilidad, y no me pagan por decir esto. Pero hay momentos en que hay que asumir riesgos si queremos salir del bucle en el que estamos. Creemos que estamos en la zona de confort, pero en realidad los problemas siguen ahí, enquistándose. Dice Sánchez que quiere hacer una auditoría de las cuentas del Estado, pero eso, a nivel regional, ya lo ha propuesto muchas veces Ciudadanos. Nada nuevo.

Dice Sánchez que es cierto que se presentan los mismos candidatos a las nuevas elecciones generales, pero que ahora se sabe lo que ha hecho cada uno, se sabe quiénes han trabajado por el cambio y quienes lo bloquearon. Estoy de acuerdo y espero y deseo que sea así. PSOE y Ciudadanos han hecho un esfuerzo de consenso y deberían ser premiados en las urnas. Creo que PP y Podemos les han hecho la pinza, y además se han polarizado, y creo que se han presentado como los partidos “radicales”, aunque dudo que sean castigados en las urnas. Sin ánimo de ofender, creo que los españoles, no sé si por cuestiones demográficas o de qué tipo, han perdido el sentido común a la hora de votar que tenían en las décadas de los 80 y los 90, con el nuevo siglo, desde el 11S el mundo en general es inestable, no ofrece ninguna seguridad en el futuro, sobre el que soy, sinceramente muy pesimista.

No quiero desviarme del tema, pero sí hacer un inciso, el ser humano está perdiendo su esencia contaminado por un desarrollo tecnológico antinatural, y, lo digo desde ahora, nos va a costar muy caro, en términos de pérdida de empleo, por ejemplo, con los procesos de automatización de todo lo que hacemos, y luego, cuando ya no seamos nosotros mismos, cuando hayamos perdido nuestra identidad, vendrán los golpes de pecho.

Pero volvamos a lo político: Sánchez dice que Iglesias, la misma noche de las elecciones ya dijo que había que repetirlas, y antepuso la prioridad de que no gobierne el PSOE a la de que no gobierne Rajoy, una postura, a su juicio, intransigente. El problema es que todos los partidos vetan a alguien, y así el sudoku político es casi irresoluble. Por eso, no es sólo cuestión de ideologías, mientras no cambie la actitud de los dirigentes, no se podrá alcanzar la gobernabilidad. Es momento de dirigentes con cintura política, y lamentablemente, ahora mismo, no tenemos casi ninguno. E s lo que hay….

Sánchez dijo que hay más de dos millones de parados de larga duración, y afectan a todas las franjas de edad, especialmente a los mayores de 45 años, cree que hay que incorporar a ésa gente al mercado laboral y hacer un plan contra el desempleo y que incluya bonificaciones a la contratación de este colectivo. Hace bien en alertar de este grave problema, es en estas políticas donde el PSOE debe poner el foco y no distraerse en disputas internas, son un partido clave en el mapa político y ante la amenaza de Podemos, España necesita más que nunca un PSOE fuerte.

Dice Sánchez que la socialdemocracia es la solución para España, pero eso no se defiende coqueteando con los comunistas de Podemos, señor Sánchez, espero que haya aprendido la lección, que mantenga su acuerdo con Ciudadanos y sobre todo, y esta es la clave, que no se cierre en banda a ampliarlo con el PP, previsible ganador de la próximas elecciones generales. Dice usted que el PP renunció a formar gobierno, pero la realidad es que es el PSOE quien se negó a pactar con el PP tras la petición de los populares. Aunque seas de izquierdas, Sánchez, no se puede mentir descaradamente.

En un mensaje a Ciudadanos, Sánchez dijo que el cambio no es quitar a Rajoy para poner a otra persona, que cambiarle es una condición necesaria, pero no suficiente, que hemos perdido estos años bajo un modelo de desigualdad. Un modelo de desigualdad fruto de una crisis que le ha estallado a Zapatero en las narices, señor Sánchez. Es que estoy harto de que ser de izquierdas tenga que incluír aceptar las mentiras sectarias del PSOE. Y si alguien me acusa de ser del PP, que se lea mi anterior artículo contra Esperanza Aguirre, donde me he despachado a gusto. Un buen periodista es el que no es bien recibido en Génova ni en Ferraz. Esa es la prueba del 9. Pero hay demasiados cortesanos, y tertulianos “de partido”.

Sánchez defiende financiar las pensiones con impuestos “a los que más tienen” de cara al futuro, (luego cuando gobiernan no lo hacen), la reforma constitucional, el impulso del Pacto de Toledo, las relaciones laborales, el pacto educativo, la lucha contra la violencia de género, el establecimiento de un ingreso mínimo vital, desbloquear las listas electorales y derogar la llamada “Ley Mordaza” (sobre seguridad ciudadana).

Cree que hay que afrontar la “crisis de los refugiados” y renegociar con Europa los objetivos de déficit público. Eso se dice cuando estás en la oposición, pero cuando estás en el Gobierno todos se la envainan y acuden prestos a reírle las gracias a la troika, más que nada porque no conviene tenerlos como enemigo, al final en política una cosa es la teoría y la ética social, y otra muy distinta, tener que gobernar, como decía antes.

Se refirió varias veces a Ciudadanos como “partido de centro derecha” (¿ah, sí…? ¿Entonces por qué pacta con ellos?) y les acusa junto al PNV de “querer pactar con Rajoy”.

Añade el líder socialista que con Podemos ya ha pasado “de la cal viva” (cuando Iglesias le recordó en el Congreso la época del GAL) a regalarle libros de baloncesto y prometerle amor eterno. Pero creo que miente cuando dice que “si dependen de los votos de Podemos nunca seré presidente del Gobierno”. Supongo que es un mensaje al votante de izquierdas para que le vote a él y no a Podemos, claro.

Respecto a la nueva coalición electoral Podemos - Izquierda Unida afirma que lo importante no son las siglas con las que se presentan, sino la utilidad que le den al voto. Dice Sánchez que “el cambio no es patrimonio exclusivo del PSOE”, manos mal que lo dice él, porque si lo llegamos a decir los demás…

Dice que el Estado federal no es una concesión a los independentistas (yo creo que como mínimo es hacer propaganda gratis de sus aspiraciones) y añade, como buen “progre” de salón, que “hay que actualizar nuestras normas de convivencia en el siglo XXI y reconocer la autonomía local” (la creación de las comunidades autónomas ya abrió el melón para que ahora estemos como estamos, siendo víctimas de un nacionalismo insaciable para el que ningún nivel de competencias es suficiente)

Argumenta Sánchez que olvidamos que caminamos hacia una “Europa federal” y yo pregunto ¿qué diablos tendrá que ver el concepto de “federalismo” en una institución supranacional como la Unión Europea con el federalismo de campanario que proponen desde Cataluña, por ejemplo, un federalismo que en lugar de unir, separa? Señor Sánchez, además de política, hay que saber un poquito de sentido común…

Sánchez se muestra partidario de aumentar el presupuesto en defensa como dice Borrell debido a factores como el terrorismo internacional y a la vez es favorable a incrementar el gasto social, la cuestión es siempre la misma : ¿Con qué dinero pagamos todo eso?

Sánchez concluye que “mi futuro me importa bastante poco, me importa más el presente de los españoles”, sin embargo añade que “me presentaré al próximo Congreso (socialista) porque la tradición es que el candidato a la presidencia del Gobierno se presente a la secretaría general”. Sánchez hace suyo el refrán de “cada uno a lo suyo y Dios a lo de todos…” pero otros nos preocupamos de verdad por los demás.

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