Washington, 23 ene.- El secretario general de la OEA, Luis Almagro, dio un discreto aval a Juan Orlando Hernández como presidente electo de Honduras tras haber pedido hasta ahora la repetición de los comicios por las irregularidades del proceso.

El excanciller uruguayo, una de las voces más críticas con la elección de Hernández, dio la sorpresa al tenderle la mano en un breve comunicado donde no menciona ninguna de las cuestiones que había defendido hasta ahora.

“(La Secretaría General) manifiesta su firme intención de trabajar en el futuro con las autoridades electas de Honduras, en sus tres niveles, ejecutivo, legislativo y municipal”, indica la nota.

Y esa colaboración se dará, continúa, “en el marco de los acuerdos de cooperación vigentes, el fortalecimiento institucional y la reforma electoral que permita la convivencia democrática, justa y solidaria”.

Aunque el aval de Almagro es tímido y evita verbos habituales en estos casos como “reconocer”, “felicitar” o “saludar”, Hernández se apresuró a celebrarlo como un “reconocimiento de la OEA”, que consideró “muy bueno”.

En su nota, Almagro no hace alusión alguna al informe de la misión de observación electoral de la OEA que defendía a capa y espada hasta hace pocos días, un documento técnico que indica la imposibilidad de reconocer a un vencedor por el cúmulo de irregularidades detectadas antes, durante y después de la votación del 26 de noviembre.

Tampoco hace referencia alguna a la postura que mantenía hasta ahora de pedir la repetición de los comicios en Honduras, algo que iba más allá de lo que dice el propio informe, y fuentes de la OEA consultadas por Efe rechazaron explicar a qué se debe este cambio de posición.

Este escueto mensaje representa un cambio sustancial teniendo en cuenta que hasta hace pocos días Almagro estaba presionando públicamente a los países de la OEA para que aprobaran en Consejo Permanente el informe de la misión de observación del organismo que no reconoce a Hernández como vencedor.

Ninguno de los países miembros -todos los del organismo menos Cuba- mostró voluntad de atender su petición, ya que no quieren sentar el precedente de que los informes electorales tengan que aprobarse, la costumbre es solo “tomar nota”, según explicaron a Efe fuentes presentes en las negociaciones.

Además, muchos de ellos, como Estados Unidos, Colombia o México, ya han reconocido y felicitado a Hernández como presidente legítimo.

La semana pasada, los Estados miembros confirmaron que no abordarán la crisis postelectoral hondureña antes de la toma de posesión de Hernández el 27 de enero, desoyendo así el pedido de Almagro de aprobar el informe de la misión en la primera reunión del año.

En un desayuno con un reducido grupo de medios, entre ellos Efe, el pasado 4 de enero, Almagro insistió en que Honduras debía volver a celebrar comicios y que los países de la OEA tenían que avalar el informe de la misión electoral.

“Es muy importante que se apruebe este informe para evitar la lumpenización de la política en el sentido de que en un proceso electoral vale todo y que no importa la determinación de irregularidades y malas prácticas que incluso puedan afectar al resultado”, llegó a decir el secretario general en ese encuentro.

Sin embargo, en su nota de ahora no quedaba rastro de esa contundencia.

“La Secretaría General de la Organización de los Estados Americanos (OEA) afirma que para construir sociedades democráticas, inclusivas y con desarrollo es necesaria la cohabitación de instituciones, partidos políticos, sectores sociales y ciudadanía”, indica.

“La Secretaría General de la OEA sostiene, al mismo tiempo, que el marco apropiado para propiciar el ambiente que atienda estos asuntos es la normativa del Sistema Interamericano y especialmente la Carta Democrática Interamericana”, agrega, sin precisar al respecto.

Según la autoridad electoral hondureña, Hernández ganó las elecciones con el 42,95 % de los votos, frente al 41,42 % obtenido por el candidato izquierdista Salvador Nasralla, pero ni la OEA ni la Unión Europea, que enviaron misiones de observación durante todo el proceso, avalaron estos resultados.

Nasralla no reconoce el triunfo de Hernández, considera que él es el ganador legítimo y sigue movilizando a sus seguidores para impedir la toma de posesión prevista para el 27 de enero.

Al menos 31 personas, entre manifestantes y agentes de las fuerzas de seguridad, han muerto en Honduras en diferentes hechos registrados después de las elecciones, según un informe del estatal Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (Conadeh).

 

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