Luxemburgo, 26 nov.- El presidente del Banco Europeo de Inversiones (BEI), Werner Hoyer, se ha mostrado hoy confiado en que los países europeos reemplacen el capital del Reino Unido en el banco tras su salida de la Unión Europea (UE) o “brexit”.
En un encuentro con medios, Hoyer ha insistido en que el banco no quiere perder dimensión como resultado de la salida del Reino Unido, un país que suma 39.000 millones de euros entre aportaciones y capital exigible.
El Reino Unido recuperará sus 3.500 millones en aportaciones a lo largo de los años, mientras que el resto, el capital exigible, se sustituirá inicialmente por garantías británicas hasta que la cartera de proyectos vaya venciendo.
Sin embargo, para que el tamaño del BEI no se vea mermado, este capital exigible tendría que ser suscrito por el resto de socios europeos, que son sus accionistas, una cuestión que depende de cada país y que todavía se está debatiendo.
En ese sentido, España ya acordó el pasado mes de septiembre la suscripción de hasta 4.517 millones de euros, con cargo a las reservas del propio banco, como parte de la reestructuración de la organización ante el “brexit”.
Hoyer ha añadido que algunos países se han ofrecido para añadir aportaciones porque quieren incrementar su participación en el banco, de manera que las potenciales inyecciones de capital podrían ser asimétricas.
El presidente del BEI ha reconocido que el perfil de negocio del banco está cambiando, ya que ahora financia también proyectos pequeños, lo que requiere dedicar más recursos, y además tiene que afrontar el reto de mercados como la digitalización o la inteligencia artificial.
Además, el BEI ha asumido nuevos objetivos a lo largo de los años, como el cambio climático, la innovación o la investigación y desarrollo, no solo en la UE sino también con proyectos fuera de ella.
Hoyer ha abogado por dinamizar los bonos especializados para financiar proyectos, como ya ocurre con los “bonos verdes” para iniciativas medioambientales, y ha apuntado al agua, la sanidad o la educación.