Washington, 3 dic.- El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, aboga por cerrar un acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea (UE) y el Mercosur “lo antes posible”, después de que durante la cumbre del G20 Francia se haya mostrado escéptica a ese pacto por la nueva Presidencia de Brasil.
“Creo que sería muy bueno para el Mercosur y la UE que llegáramos a un acuerdo y que fuera lo antes posible. Creo que estamos muy cerca de llegar desde el punto de vista técnico a esos acuerdos”, señaló Sánchez en una entrevista difundida hoy por la cadena estadounidense CNN en Español en el marco del G20.
Sin embargo, Sánchez reconoció que “faltan algunos elementos importantes” para la economía brasileña, como el sector de la automoción y piezas, y recordó que para España es “importantísimo” respetar las denominaciones de origen.
“Le puedo garantizar que la UE y países como España estamos por estrechar aún más las relaciones con Latinoamérica”, agregó el mandatario socialista.
Sánchez hizo estas declaraciones después de que el presidente de Francia, Emmanuel Macron, advirtiera de que su país “no aceptará acuerdos” con potencias que no respeten el Acuerdo de París, en referencia a Brasil y su próximo líder, Jair Bolsonaro.
En una rueda de prensa en Buenos Aires, donde en los últimos días ha participado de la cumbre del G20, Macron consideró este sábado que si bien ha habido progresos, aunque “conservadores”, en las negociaciones con Mercosur -que integra Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay-, la elección de Bolsonaro como nuevo presidente brasileño “va a cambiar esa situación”.
La posición de Macron inquietó a la canciller alemana, Angela Merkel, que expresó hoy su intranquilidad al presidente argentino, Mauricio Macri, sobre la situación del diálogo entre la Unión Europea y Mercosur, iniciado hace casi dos décadas, según un comunicado de la Presidencia argentina.
La última ronda de negociaciones entre la UE y el Mercosur, que tuvo lugar en Bruselas entre el 12 y el 20 de noviembre, concluyó sin grandes progresos, lo que obligará a seguir trabajando para buscar soluciones sobre ese pacto.
La UE y el Mercosur negocian este acuerdo basado en tres pilares -el diálogo político, la cooperación y el libre comercio- desde 2000 con grandes retos, pero llegados a la recta final de la negociación intentan apurar el calendario para, si no cerrarlo, tenerlo lo más avanzado posible antes de la llegada al poder del ultraderechista Bolsonaro.
Entre los asuntos sensibles que todavía imposibilitan cerrar el acuerdo se encuentran las indicaciones geográficas, el sector automotriz y el lácteo y la oferta de la UE de acceso al mercado de productos.