Naciones Unidas, 26 nov.- Rusia acusó hoy en la ONU al presidente ucraniano, Petró Poroshenko, de orquestar la crisis en el mar de Azov con el objetivo de cancelar las elecciones previstas para el próximo marzo y mantenerse en el poder.
“Todos sabemos de qué se trata esto. Se trata de cancelar las elecciones pese a las promesas de lo contrario”, aseguró el embajador adjunto ruso ante Naciones Unidas, Dmitri Polyanskiy, en una reunión del Consejo de Seguridad.
Según Polyanskiy, la declaración del estado de excepción firmada hoy por Proshenko va en esa línea y esa medida será “por supuesto extendida” en el tiempo.
El diplomático aseguró que el choque de este domingo en la zona que conecta el mar Negro y el mar de Azov fue una “provocación planeada previamente” por Kiev con el apoyo de potencias occidentales.
El objetivo de Poroshenko, aseguró, es “acusar otra vez a Rusia de todo” e inflar su popularidad presentándose como el “salvador” de su país.
La tensión en el mar de Azov se disparó desde que Moscú construyó en mayo el puente de Crimea que une con el territorio ruso esta península anexionada por Moscú, tras lo que se redoblaron las inspecciones de los buques ucranianos, lo que Kiev considera un bloqueo, de facto, de sus puertos en la zona.
Polyanskiy presentó hoy ante el Consejo de Seguridad la versión rusa de lo ocurrido este domingo, insistiendo en que tres buques ucranianos violaron sus aguas territoriales.
Según aseguró, los marineros ucranianos heridos por fuerzas de su país han recibido atención médica y sus vidas no corren peligro, mientras que las embarcaciones están en puertos rusos en el marco de una investigación penal.
Tanto Rusia como Ucrania solicitaron que el Consejo de Seguridad abordase hoy de urgencia la crisis, bajo distintos puntos del orden del día.
La delegación rusa perdió al inicio de la reunión un voto de procedimiento, por lo que la cita prosiguió bajo el capítulo propuesto por Ucrania y Polianskiy avanzó que no intervendría en ella.