Austin (EE.UU.), 4 oct.- El grupo pro derechos humanos Human Rights Watch (HRW) revela nuevas fotografías que muestran el crecimiento de las instalaciones del centro de detención de menores inmigrantes de Tornillo (Texas, EE.UU.) que, alertó, profundiza la crisis generada por la política de “tolerancia cero” del Gobierno.
Ese centro fue abierto el pasado junio para acoger a los niños separados de sus familias en la frontera con México, tras el inicio de una campaña de detención masiva de inmigrantes irregulares propuesta por la Administración del presidente de EE.UU., Donald Trump.
El Gobierno federal tenía previsto utilizar esas instalaciones de forma temporal y finalizar su actividad a principios de julio; pero dicho cierre nunca llegó y ayer el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS, en inglés) confirmó que triplicará su tamaño.
En la actualidad hay 2.020 menores que permanecen retenidos en el centro de Tornillo, aunque, tal y como muestran las imágenes de HRW a las que tuvo acceso Efe, el aumento de la capacidad, de 28 a 101 tiendas de campaña de plástico, permite acoger hasta 3.800 niños.
Una de las investigadoras de HRW, Clara Long, consideró que esta decisión profundiza “en una crisis generada por ellos mismos”, en referencia a las autoridades de EE.UU., y es el ejemplo que demuestra el intento de Trump de mantener a los inmigrantes arrestados.
“El Gobierno cree que tiene que retenerlos para controlar la inmigración, pero eso no es verdad, hay alternativas más dignas y seguras para que pasen sus procesos migratorios fuera de la detención. Esta situación daña sus posibilidades”, explicó Long, en declaraciones.
La experta de HRW advirtió que el problema no solo se produce en este centro de Texas, sino que, según sus cálculos, 13.800 niños se encuentran detenidos a nivel nacional, cuando al principio de la crisis migratoria en mayo pasado había aproximadamente 2.400.
Este incremento “no tiene que ver con el flujo de entrada, sino con la decisión de no soltar a los menores con sus padres”, por lo que Long reclamó un “cambio de dirección” en el Gobierno para respetar “un proceso migratorio justo”.