Washington, 4 oct.- La Casa Blanca aseguró que el presidente, Donald Trump, simplemente estaba “citando hechos” cuando imitó este martes en tono burlesco el testimonio de Christine Blasey Ford, una de las mujeres que han acusado al juez nominado al Tribunal Supremo, Brett Kavanaugh.
La portavoz de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, minimizó durante una rueda de prensa el episodio, que ha generado críticas de la oposición demócrata y de algunos miembros del Partido Republicano.
“Me parece que el presidente simplemente estaba citando los hechos que describió Ford en su testimonio” el pasado jueves ante el Senado, aseguró Sanders, quien negó que el mandatario estuviera poniendo en duda “las acusaciones” que hizo la presunta víctima.
Durante un mitin electoral este martes en Misisipi, Trump se burló de las lagunas en la memoria de Ford, una de las tres mujeres que han acusado públicamente de abusos sexuales a Kavanaugh, nominado por el presidente para cubrir una vacante en el Supremo.
“¿En que barrio era? ‘No lo sé’. ¿Dónde estaba la casa? ‘No lo sé’. ¿En el piso de arriba, en el piso de abajo? ‘No lo sé, pero tomé una cerveza, eso es lo único que recuerdo'”, dijo Trump, ridiculizando las respuestas de Ford en la audiencia.
Sanders no hizo comentarios sobre el tono claramente de burla que empleó Trump en ese mitin, y pronosticó que el suceso no afectará las opciones de Kavanaugh de ser confirmado en el Senado.
“(Trump) tiene mucha confianza en su nominado”, subrayó la portavoz.
“El testimonio de la doctora Ford fue ciertamente persuasivo -añadió-, pero no podemos tomar esta decisión basándonos en emociones. Tiene que basarse en hechos”.
El FBI está investigando las acusaciones de abuso sexual contra Kavanaugh y debe concluir su pesquisa como tarde este viernes, 5 de octubre, para cumplir con el plazo marcado por la Casa Blanca y los republicanos, que controlan el Senado y quieren votar sobre la nominación esta misma semana.
Sanders denunció lo que considera una “campaña coordinada de difamación” contra Kavanaugh, orquestada por los demócratas para “bloquear” al candidato de Trump y dejar vacante el puesto en el Supremo hasta después de las elecciones de 2020, con la esperanza de nombrar después a un juez progresista.
“Esto se trata de política, y esto se trata de poder. Pura y sencillamente”, opinó la portavoz.