Jerusalén, 4 oct.- La canciller alemana Angela Merkel escribió hoy que su país “tiene la responsabilidad de recordar los crímenes del Holocausto y de luchar contra el antisemitismo, la xenofobia, la violencia y el odio”, en el libro de visitas del Yad Vashem (Museo del Holocausto), en Jerusalén.
“Los judíos en Alemania sufrieron un odio y violencia que nunca antes conocieron”, abundó la mandataria durante su visita al centro, la tercera que realiza al memorial que recuerda a los seis millones de judíos exterminados por el régimen nazi.
Merkel llegó al museo entre fuertes medidas de seguridad de la Policía, que alertó de cierres de carreteras al tráfico durante los desplazamientos del convoy de la mandataria alemana por la ciudad, donde hoy cumple con una apretada agenda tras su llegada anoche al país.
Después de la protocolaria visita, la canciller fue recibida por el presidente de la Universidad de Haifa, el profesor Ron Robin, responsable de entregarle un Doctorado Honoris Causa y quien la definió como “una de las líderes más prominentes del mundo libre” en un momento “definitivamente difícil para Occidente”.
Merkel tiene previsto visitar el Museo de Israel para participar en una mesa de debate con empresarios de los dos países en compañía del primer ministro israelí, Benjamin Netanayahu, quien la agasajó anoche con una recepción oficial.
Ambos presidirán esta tarde un encuentro intergubermanental G2G bianual que, según apuntó ayer el diario Jerusalem Post, fue pospuesto durante cerca de un año y medio a causa de los desacuerdos de Berlín con la política israelí de ampliar los asentamientos en territorio ocupado y la situación de sus relaciones con los palestinos.
La cumbre bilateral se centrará en la cooperación en materia de seguridad, científica, económica, cultural y cibernética, e incluirá la firma de una serie de acuerdos de entendimiento, informó un comunicado oficial.
Los pactos avanzarán los procedimientos para llevar la colección Gurlitt al Museo de Israel el próximo año, el intercambio de información sobre tecnología y avances en proyectos conjuntos de inteligencia artificial, defensa cibernética y nanotecnología, la cooperación entre científicos y el asesoramiento económico.
Merkel, que antes de partir también compartirá un almuerzo con el presidente de Israel, Reuvén Rivlin, viaja acompañada por una amplia delegación que incluye a ministros federales, empresarios y el comisionado de su Gobierno para la vida judía en Alemania y el antisemitismo, Felix Klein.
Aunque no tiene previstas reuniones con representantes palestinos, los medios especulan sobre el impacto de su visita, que coincide con una orden israelí de demolición de la villa beduina de Jan al Ahmar, en el territorio ocupado de Cisjordania.
Varios países europeos, entre ellos Alemania, han pedido a las autoridades israelíes que reconsideren su decisión sobre esta comunidad de cerca de 180 personas, que ayer empapelaron la aldea con fotografías de la mandataria y le pidieron que “salve” la aldea.